lunes, 5 de abril de 2010

Una buena revista y mucho café

Revista Logógrafo Ahora de venta en: CONEJOBLANCO ubicado en Amsterdam 67, Col Hipódromo, Del. Cuahutémoc LA PALABRETA en Córdoba 85, casi esquina con Álvaro Obregón, Col. Roma

Más información sobre el lugar en: www.conejoblanco.com.mx

lunes, 15 de marzo de 2010

Apéndice a De justicia y otros malentendidos

El bisturí de Aristórpeles

El Apéndice a De justicia y otros malentendidos

Es imperativo comenzar con una errata: el dato más importante, el del aumento al IVA está incorrecto: no es “3%”, sino “16%”. Me disculpo con mis lectores tantas veces como millones tiene Slim y lloro en una esquina de la oficina de la redacción.
Ahora bien, los datos sobre las acusaciones aparecidas en LOGÓgrafo, n. 1, ampliados, irían como sigue (en algunos datos me quedé corto en la columna publicada, que conste):
• Cada diputado gana mensualmente, 148 mil 446 pesos, pero esto no es todo, porque pueden ahorrar el 12% en su fondo para el retiro y la Cámara les aporta otro 12%.
• De esos 146 mil 446 pesos, el sueldo real es de, más o menos, 74 mil 781 pesos mensuales, pero les pagan 27 mil 665 pesos más por algo que se llama “ayuda ciudadana” y otros 44 mil pesos de una figura llamada “asistencia legislativa”.
• Según el Manual que regula las remuneraciones para los diputados federales, servidores públicos al mando y homólogos [sic] de la Cámara de Diputados (ver http://www.cddhcu.gob.mx/LeyesBiblio/marjur/marco/Dip_manual_20feb09.doc), la “asistencia legislativa” se refiere a la “asignación que se cubre a los CC. [“ciudadanos”] Diputados en apoyo a su tarea legislativa” [p. 2], mientras que la “ayuda ciudadana” es la “asignación complementaria por las actividades de gestión que realizan los CC. Diputados en su carácter de representantes populares” [idem]. Como quien dice, son dos bonos de estímulo por lo que hacen o para que lo hagan bien [súper sic].
• Reciben, además, un seguro de gastos médicos mayores por si la elefantiasis o por aquello de la artritis en el dedo.
• Dicho seguro cubre, también, a sus familiares (padres, cónyuge e hijos) e incluye dentista, oftalmólogo, lentes gratis (seguramente, Prada, Gucci o algo por el estilo y en Ópticas Devlyn, propiedad de Carlos Slim) y gastos funerarios para todos.
• Cupones de avión intercambiables por cuatro boletos mensuales (tres nomás si están en receso, para que no digamos).
• Ayuda terrestre de hasta diez mil pesos y su tarjetota IAVE (un pedazo de plástico para circular por autopistas sin pagar casetas en efectivo; ver https://www.iave.mx/iave/).
• A estos corajes hay que añadir vacaciones, aguinaldo, subsidio para gasolina (pero jamás para el transporte público del Estado de México), pago de celular, asistentes más coche y chofer en algunos casos.
• Dicen las buenas malas lenguas (Semanario Emeequis) que la sexagésima legislatura gastó, de 2006-2009, 12.72 millones en galletas, café y leche; 6.8 millones en botellas de agua, 126 millones en comidas, eventos y vales de alimentos, 613 millones en boletos de avión, 190 millones en teléfonos fijos y 32 millones en celulares.
• Excélsior documentó falta de transparencia del 12% en el presupuesto de la Cámara, es decir, alrededor de 600 millones, por “asignación a grupos parlamentarios” (por acá le decimos “transa”) cuyo uso no es declarado (http://www.anech-chapingo.org.mx/unomasdediputados.pdf).
• Además, los diputados no pagan impuestos y tienen fuero.
• Acerca de las devoluciones y las “sociedades controladoras” (o “holdings”), en 2006 (aquí sí me van a perdonar por lo antaño de los datos, pero las cifras se manejan de manera medio extraña, por porcentajes, principalmente; si alguien tiene los datos actualizados, agradecería que los hicieran llegar al correo de la redacción para subirlos y hacerlos del conocimiento de todos) la recaudación de ISR fue de 439 mil 264 millones de pesos, de los cuales, 171 mil 437 millones correspondieron a personas morales (empresas, pues).
• En 2006, nueve “mexicanos” (entre comillas porque estos miserables rara vez tienen nacionalidad, igual que el capital virtual), según Forbes, poseían una fortuna de 48.9 mil millones de dólares.
• Para 2007, las mismas fortunas ascendieron a 72.4 mil millones de dólares, es decir, aumentaron en 23 mil 500 millones de dólares, o sea, se incrementaron en un 48%.
• En ese mismo año, la economía mexicana sólo creció en 4%.
• En 2005, 50 grandes contribuyentes hicieron pagos individuales menores a 74 pesos (deducidas las devoluciones) y como 67 pesos de IVA. Como quien dice, Wal Mart (desde ahora y para siempre “War-Mal”), Bimbo, Grupo Alfa, CEMEX o Bachoco pagaron menos impuestos que sus empleados.
• ¿Cómo se logra esto? Entre otras cosas, mediante una figura fiscal llamada “Sociedad controladora” que permite la fusión de dos o más empresas única y exclusivamente para la declaración y pago de impuestos, manteniendo su independencia en todos los demás rubros. Así, cada empresa dentro de la sociedad controladora calcula sus utilidades de manera individual y las entrega a la sociedad controladora, quien hace la sumatoria de todos los datos para obtener un único resultado y calcular el ISR desde ese resultado.
• La violencia viene con las matemáticas: supongamos una sociedad controladora de nombre “CHACAL” (con perdón de tan bonitos animales) formada por las empresas “A” y “B”. Al finalizar el año, supongamos que “A” ganó mil pesotes y “B” perdió 500. “CHACAL” suma los resultados [1000+(-500)] para arrojar un resultado de 500 pesotes de utilidades para “CHACAL”. Entonces, “CHACAL” paga el 28% de 500 pesos, es decir, 140 pesos. “B” no tiene que pagar nada de todos modos porque tuvo pérdidas.
• Si “A” no estuviera consolidada en una “sociedad controladora”, tendría que pagar 280 pesos por sus mil pesos de ganancia.
• Grupo Alfa, una “sociedad controladora” de la vida real (conformada por Fud, Yoplait, San Rafael, El cazo, Café Olé, AT&T, etc.), pagó mil 750 millones de pesos en 2005.
• En realidad, debería haber pagado 2 mil 721 millones de pesos por ISR.
• Lo que se deja de recaudar por estos conceptos equivalen a (entre otras cosas): las pensiones alimenticias de todos los adultos mayores del país, el 90% de las pensiones de los jubilados en 2005, casi 60% de la inversión pública, como diez años del gasto anual de la UNAM, el reabastecimiento de medicinas en el ISSSTE, etc.
• ¿De verdad no hay dinero que alcance y por eso nos tienen que aumentar los impuestos, la gasolina y demás sandeces?
• Si no hay dinero, ¿por qué reemitir monedas de cinco y diez centavos? Pregúntenle a cualquier estudiante de Economía de primer semestre y les dirá que es una estupidez emitir moneda corriente de una denominación que no tiene un correspondiente real (es decir, que, ¿para qué las moneditas de cinco y diez centavos si ya nada cuesta eso? Lo mismo va para los billetes de a mil: no hay manera real de dar cambio de un billetote de esos; ¿quién va a pagar una torta de 25 pesos con uno de a mil? Y, mejor aún, ¿quién le va a dar ese cambio?
• Dicen que la emisión de estas monedas, por los materiales, permitirán ahorrar 300 millones de pesos anuales.
• ¿No es mayor el ahorro si suprimimos monedas que no pagan nada por sí solas y que a nadie le gustan?
• Claro que no, porque, debido a lo engorroso de las moneditas, preferiremos redondear en el supermercado (¿ya se fijaron cómo los precios buscan dejar fracciones impagables en la cuenta total –cosas como 9.32, 18.57, etc., lo cual, por supuesto hace que por cada cuenta el supermercado se robe los ocho o tres centavos que faltan para el entero?) antes que recibir moneditas inútiles.
• Vivan los Esta(m)os (s)U(m)idos(,) Mexicanos, porque como México no hay dos... ¡No hay tos! ¡A festejar el bicentenario del abuso y la De-evolucion Mexicana. ¡AJÚA!

jueves, 3 de diciembre de 2009

¡¡¡FIESTA!!!

12 de Diciembre, Valle Dorado.

Escríbenos para saber más...



Lullaby

por La Simón


Te sentiste humillada, ofendida. Saliste corriendo para tratar de alcanzarla. Te detuviste en una esquina y volteaste a todos lados para tratar de verla, pero no la viste, y en ese lugar oscuro y vacío (como tú), te sentaste y empezaste a gritar. Después de un largo tiempo se levantó y permaneció estática, su sombra la seguía, jugaba con ella a tratar de alcanzarla. Al pasar la media noche, ella seguía en la calle, pero caminó despacio; sólo la hizo detenerse un ruido que no
pudo identificar. Cuando volteó y no vio a nadie, siguió su camino pateando una lata (que quién sabe de dónde salió).
Me detuve cuando topé con pared; pude ver mi sombra (que era más grande que yo), por un
momento me impresionó. Eso se hubiera quedado así (o sea, en impresión) si no hubiera visto
que mi sombra dejó de seguirme para atreverse a mirarme a los ojos y preguntarme:
¿cómo alimentas tu alma? Te enojaste con la maldita sombra, le diste la espalda y corriste. ¿Quién se cree esa sombra para hacerme esa pregunta? Como si ella fuera perfecta en todo lo que hace. Ella no pudo hacer nada más que reírse, se sentía tonta por dejarse intimidar por una sombra. ¡Qué aliviada te sentiste cuando pensaste que te estabas volviendo loca! ¿Cómo era posible que creyera que una sombra me habló?
Inventó una historia que primero tenía que creerse ella. No quería que le preguntaran a dónde fue, o qué hizo. Sin embargo, sabía que lo iban a hacer; por eso es que inventaste una historia: para satisfacer a los demás. ¡Qué frustrada me sentí cuando llegué a mi casa! Como era de suponerse, las preguntas no se hicieron esperar, así que mejor decidí ignorarlas. Cuando entré
a mi cuarto, decidiste que lo mejor que podías hacer era bañarte. Te sentías sucia, asqueada de la gente, de ti misma. ¡Maldita terquedad de querer morir!, -pensó-. Se desnudó y se metió a bañar, trató de relajarse para poder dormir bien.
Todo iba a pedir de boca. En ese momento amó ser ella… Toc, toc, toc… ¡No te acabes el agua
caliente!, -le dijeron-. Siempre haces lo que se te pega la gana, ¡ya estamos hartas de ti!
La mejor forma de pedirle algo, no era gritándole. Salió del baño enojada.
-¡Estoy hasta la madre de que siempre me digan lo que tengo que hacer!, como si ustedes
fueran perfectas.
Se regresó a su cuarto. Tomó una cuerda y la amarró bien en la barra de ejercicio que tenía atravesada por las paredes de su cuarto…Te sentiste mal por todo lo que le dijiste, pensaste que lo mejor era ir a disculparte con ella. Tocaste la puerta y no escuchaste ninguna respuesta; te frustraste y entonces sí querías decirle sus cosas. Ella te dijo que no eras prefecta, así que tú también le ibas a decir eso. Abriste la puerta y… Ella colgaba desnuda. Cuando la viste te sentiste aliviada, pero la envidiabas; y por primera vez te pudiste ver. Pudiste ver cómo eras en realidad.
Te diste la vuelta y cerraste la puerta, caminaste hasta tu cuarto (que está junto al mío), y me dijiste, sin molestarte en abrir mi puerta, que ella se había suicidado. Te detuviste en tu puerta y pensaste que era mejor irte que estar ahí. Tomaste una mochila, echaste las cosas que creíste necesarias. Tomaste una botella de agua, abriste la puerta de la salida (o entrada) y te fuiste. Yo no tuve el valor de ir a verla, así que me quedé encerrada en mi cuarto, me eché en mi cama y me dormí.

Lullaby


sábado, 14 de noviembre de 2009

El aroma por la mañana (cuento)

por Adolfo Derriaga

Fue el dulce rumor de la mañana lo que lo despertó: oír a
las aves cantar, sentir volver a las flores; pero más que
nada, fueron los incipientes rayos del sol que, pasando por
las cortinas, llegaban hasta su rostro, depurados y limpios.
Sentía en el cuerpo un cansancio de noche ocupada,
pero en su faz había una sonrisa incriminatoria. Cabello
desordenado, piel, más que húmeda, pegajosa de dulces
sustancias. Se estiró un poco para luego seguir acostado,
sin decidirse todavía a despertar.
Veía alrededor desde la niebla de su sueño,
de ojo indeciso, sueño de recuerdos paradisiacos
sobre valles nocturnos. Dolor muscular
como cicatrices de guerra, llevadas
con orgullo, cada una de porqués apasionados
y fogosos. Tomaba un poco de
forma la ventana por la que la luz transgredía
amistosa con todas sus aristas. Rayos
que invadían el cuarto, la silla, el tocador
y la cama; ojo que saliendo de su letargo
los presentía.
Como barcas de peaje callado, el rumor de su
cuerpo animándose le dibujó la posibilidad de un
mundo maravilloso, y el lento ir reconociendo
la habitación confirmaba esa posibilidad. A
veces pasa que cuando uno despierta,
por un momento, no sabe si la increíble
sensación de bienestar que lo invade
es producto de los hechos nocturnos o
sólo la parte rezagada de una ensoñación
fantástica, un instante antes del
fin. Aquí, al despertar, para su fortuna,
confirmábase que la noche que
tan grato sabor le dejara, en verdad
CUENTO
21
había tenido lugar: ella estaba junto a él.
Él la miraba y no podía creerlo, recostada,
hermosa y apacible; con
su cuerpo desnudo insinuado por
una ligera sábana, con rastros húmedos
a causa de la desenfrenada
pasión de horas atrás. Dio un suspiro
y se decidió a parar. Lo hizo con cuidado. No
quería perturbar el sueño del vario ser que
tenía junto en orquesta y seducción de todas
las líneas de la belleza, convergentes en un
solo sitio, extremo de la cama. Una vez de
pie, sin reparar en el desorden, fue a la ventana,
tras la cual –suponía– el mundo reanudaría
su caos dentro de muy poco...
Tan poco. Porque esa calma del despertar
no dura ni lo que un disparo,
o tal vez sí, tal vez sólo
eso, pero luego todo es
enredo y algarabía,
mecánica y urbanidad.
En su rostro
apareció un trazo melancólico, pero rápido se disipó: fuera o
no, aún podía degustar el placer de ir apenas despertando.
En ese momento de individualidad matutina tomó un
pañuelo y se limpió del muslo los íntimos fluidos, mientras
que en su mente se reacomodaba la noche salvaje, lúbrica,
llena de arrebatos, tan llena de simple pasión: forma de
instinto desatado ante la sed. Se acercó a ella y levantó la
sábana, ya no furtivo sino considerado. Con una brísea
delicadeza posó sus labios en el desnudo cuerpo de su
amada, femenino y grácil –princesa de cuento–, recostado
inocente entre los brazos del cerrado párpado. Nunca
le había gustado despertarla con brusquedad, así que
poco a poco se dio a esbozar sus labios en los lugares que
lo fueran acercando a la gloria de la boca: piernas, muslos,
caderas, vientre, –el mundo tenía una fragancia de flores
matinales– pechos, corolas, aureolas, –la emoción se reacomodaba,
pero el matiz era otro– cuello, barbilla, –la
habitación rebosaba de un olor a... – boca, finalmente,

pero tan suave, que ni siquiera se podrían tomar por besos
ninguno de los dados; más bien eran actos de veneración
hacia una diosa a la que, ante todo, se debía dejar dormir
en las grietas de la tierra, inescrutable, tras derramar las
bondades de la dicha sobre los mortales siempre– ...olor a
hierro: y la mística piel susurró vibraciones de despertar.
Se separó de la cama. Pensaba en lo poco que dura esa
felicidad del ojo semiinconsciente. Fue hasta el tocador y
tomó un enser. Se fue a sentar. La tristeza se apoderaba
de él, mientras que la conciencia del recuerdo y la razón
se hermanaban en una faz de vacío.
Nadie sabe qué ocurrió: si llamada anónima o agente
en proximidad; si acecharon a la puerta, esperando, o si
hubo acción inmediata; si tenían tiempo en conjeturas o
acaso el disparo originó el movimiento. De cualquier forma,
la impresión fue la misma....................... Golpes... ignorados;
puerta... derribada –pausa... –; ventana... lúcida
alumbrando en sordina el caos estancado de hombre en
silla, de espaldas, quieto, pieza del moviliario; con su olor
a persona totalmente matutino, y el de su cabeza en flor,
en paredes y techo, insospechado, ganando terreno, lamiendo
detalles, constriñendo incesante junto al de la
masa putrefacta de sobre la cama, avanzando como venerada
serpiente que sale de la oscuridad y roza las cuerdas,
baja a la alfombra y pasa sobre colillas, carne y cráneo;
para escaparse entre los pies y perderse en el mundo que
ya se despierta, reanima y funde sus formas en un sitio de
aromáticos todos inconcretos.